
08 Abr Los cinco pasos para resolver tus conflictos desde el respeto
Cinco pasos que te ayudarán a resolver tus conflictos
Los conflictos son oportunidades de crecimiento, pero sólo si se solucionan desde el respeto y la escucha. Algo que no siempre es fácil. Por eso hoy te presento cinco pasos que te pueden ayudar a resolver los conflictos sin que llegue la sangre al río.
Seguro que alguna vez has discutido con tu pareja, has sentido que tus hijos/as te sacaban de quicio o te has desesperado por los comentarios de tu madre, tu jefa o tu vecino.
Los conflictos surgen cuando hay algo que no funciona. Ya sea porque nunca lo ha hecho, o porque la tensión acumulada hace que sea insoportable de pronto. El clásico “la gota que colma el vaso”.
Te pongo dos ejemplos:
Caso 1: Alguien te habla mal. Te enfadas, te genera rabia y ahí hay un conflicto. Es la primera vez que pasa, pero no quieres que se repita.
Caso 2: Estás mirando a tu bebé, en ese momento de amor absoluto mientras duerme (por fín) y de pronto te sacan de ese estado de paz dos manos que se abalanzan sobre el cuerpo de tu criatura “ a ver, déjamelo que lo voy a coger”. Acto seguido tu pequeño ya no está en tu regazo y empieza a llorar mientras XXX (pon aquí el nombre de esa persona) trata de consolarlo para devolvértelo enfadada/o “tiene mamitis, no quiere nada con nadie”.
Entonces surge el conflicto.
En los dos ejemplos anteriores puede haber un desenlace que lleve a cambios positivos o un momento cargado de malestar y enfado que sólo acabe con resentimiento acumulado.
Para tener crecimiento en lugar de una discusión dolorosa, es necesario poner esfuerzo, y eso no siempre es fácil.
Hay que poner esfuerzo y entender que sólo si se enfrenta la situación incómoda se crece.
Por eso tener una guía de cinco pasos puede darte seguridad.
No hay recetas mágicas e infalibles, pero desde luego ayuda mucho seguir este esquema:
- Di de manera concreta lo que te ha molestado. Sin juzgar, sin descalificar, sin hablar de la persona. Céntrate sólo en su conducta.
- Explica cómo te hace sentir. Ahora habla sólo de ti y tus emociones.
- Pide una conducta alternativa. Explica qué necesitas de la manera más concreta posible.
- Explica cómo te haría sentir la conducta alternativa
- Describe las consecuencias que puede tener que eso que te hace daño se prolongue en el tiempo.
Ya sabes, acaban de despertar a tu bebé que por fin dormía. Cuando hayas respirado hondo quizás puede ayudarte decirle a la persona en cuestión:
- Prefiero que antes de cogerlo en brazos me avises, y que si está dormido no lo toques por favor.
- Me pongo muy nerviosa si lo tocas así de repente cuando lo tengo en brazos. Ahora es casi como si fuera parte de mi cuerpo y me sobresaltas. Además le cuesta dormirse y necesita descansar tranquilamente, me enfado mucho cuando se despierta así porque sé que le sienta mal.
- Si te apetece cogerlo podemos esperar a que se despierte y si antes de cogerlo lo acaricias poco a poco seguro que él se sobresalta menos.
- Y yo voy a estar encantada de que él disfrute contigo y tú con él.
- Si no, vamos a estar todos más tensos y sé que no quieres eso tampoco.

Lo sé, es dificil llegar a resolver una situación así. Esto es un ejemplo idílico, pero con que hagas uno o dos de los cinco pasos ya vas a notar las diferencias.
Y por supuesto, cuanto más practiques mejor te saldrá.
No necesitas hacerlo perfecto. Si aplicas sólo uno de los cinco pasos ya vas a notar cambios.
Y si te atascas puedes pedirme ayuda

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