Terapia individual
El tiempo NO lo cura todo, por lo general suele empeorar las cosas que de verdad importan.
Todavía hay quien piensa que acudir a terapia es de débiles, pero la verdad es que es justo todo lo contrario, es de personas fuertes y comprometidas con su felicidad y la de los suyos.
Tampoco es necesario tener un problema grave o un diagnóstico clínico para acudir a terapia, aunque por supuesto en esos casos es el mejor tratamiento.
Ir a terapia es un espacio de autocuidado que permite llevar mejor la vida, alcanzar un grado mayor de bienestar y tener más capacidad de disfrute. Indudablemente esto trae beneficios personales y familiares. La felicidad no sólo se disfruta, sino que se contagia.
Cualquier momento es bueno para acudir a terapia, si estás dudando si te vendría bien o no, te aseguro que es una decisión acertada, aunque debes elegir a un buen profesional.
Todo empieza por construir un espacio seguro, que tengas la certeza de que puedes ser tú sin tapujos. No habrá juicios.
El trabajo se centrará en ti, en cómo te sientes, cómo te hablas, cómo son tus relaciones… pero sin perder de vista tu contexto y tu realidad al completo y el tipo de sociedad en que vivimos. Por tanto partiremos de un enfoque de género y una perspectiva ecosistémica.
Vamos a hacer un trabajo en equipo, tú marcas los ritmos, los objetivos y hasta dónde llegar; yo pongo las herramientas de la psicología y te daré estrategias que puedas aplicar de manera autónoma en tu día a día.
Cualquier persona que se encuentre en una etapa difícil y necesite apoyo.
Mujeres embarazadas o en etapa de crianza que quieran apostar por tener un espacio de autocuidado en el que mimarse y crecer para poder afrontar los retos de la crianza desde la plenitud y la maternidad empoderara
Mujeres (o familias) en proceso de duelo gestacional o infertilidad que deseen soltar la carga y sentir un sostén emocional que les ayude a pasar el proceso.
Mujeres en etapa de embarazo, posparto o crianza que experimenten cómo la vida les ha dado un vuelco y se sientan sobrepasadas, pero deseen un cambio.
Mujeres que sean madres y busquen un espacio de terapia en el que sean tratadas de manera integral, sin obviar las peculiaridades que aporta en la vida el hecho de ser madre, pero sin que se limite su yo en exclusiva al rol maternal.
Yo estoy especializada en atender a mujeres (sean o no madres) y madres; porque además de estar formada en esta línea, soy mujer y madre y eso me aporta un visión que matiza mi práctica profesional.
Pero también estoy formada en atención a familias y hombres, por supuesto. En este sentido tengo que decir que durante mi trayectoria he tenido la suerte de atender también a hombres en terapia y la experiencia por ambas partes ha sido muy satisfactoria, así me lo han hecho saber.